Con la llegada del calor, el sol y las jornadas al aire libre, es esencial reforzar las medidas de protección durante la jornada laboral, adaptando los EPIs a las altas temperaturas.
Las condiciones climáticas propias del verano pueden aumentar el riesgo de fatiga, golpes de calor y exposición prolongada a radiaciones solares, por lo que adaptar los Equipos de Protección Individual (EPIs) a esta temporada es una prioridad.
Los EPIs deben garantizar seguridad sin comprometer la comodidad. Para ello, es recomendable incorporar:
- Gafas con protección UV (EN 170): fundamentales para proteger los ojos frente a la radiación ultravioleta, especialmente en trabajos al aire libre.
- Ropa ligera para entornos calurosos: tejidos transpirables que permitan una adecuada ventilación y reduzcan el riesgo de sobrecalentamiento.
- Hidratación, crema solar y pausas frecuentes: medidas clave para prevenir el agotamiento térmico y cuidar la piel.
- Protección respiratoria adecuada: en ambientes secos o polvorientos, es imprescindible utilizar mascarillas o filtros que eviten la inhalación de partículas nocivas.
- Calzado de seguridad transpirable: mejora la ventilación del pie y evita la acumulación de calor y humedad.
Adaptar los EPIs al verano no solo mejora la seguridad, sino que también cuida el bienestar y salud de los trabajadores.